jueves, 16 de agosto de 2007

Operan a través de orificios naturales.



Una operación que se hizo ayer en el Hospital de Clínicas indica que comienza una nueva era en la cirugía. Con la felicidad del éxito en la voz después de un año de preparación, un equipo de médicos argentinos y estadounidenses festejó los óptimos resultados de la intervención que se realizó sin necesidad de cortar la piel.
A través de un orificio natural, la vagina, los especialistas lograron extirpar la vesícula de una joven de 21 años, sin cicatrices visibles ni dolor posquirúrgico.
“Hay un intento en la medicina de reducir al máximo las incisiones abdominales de las cirugías. Es una tendencia nueva, con muy poca experiencia en pacientes. Hoy son menos de diez las personas operadas en el mundo [a través de conductos naturales, como la vagina, el recto o la boca].” Así lo afirmó ayer, en un descanso después de la intervención, el reconocido cirujano argentino Santiago Horgan, jefe del Departamento de Cirugía Mínimamente Invasiva y Robótica de la Universidad de California, en San Diego, Estados Unidos. De visita en nuestro país hasta el sábado próximo para realizar hasta siete cirugías de este tipo, Horgan dirige el equipo formado por los doctores Pedro Ferraina, jefe del Departamento de Cirugía del Hospital de Clínicas; Alberto Ferreres y Luis Sarotto, integrantes del mismo departamento; Yoav Mintz, miembro del equipo de la Universidad de California de San Diego, y Guillermo Domínguez.
Fanático -como se autodefine- del nivel de investigación científica de la Universidad de Buenos Aires y el Hospital de Clínicas, donde se formó, Horgan confirmó que estas intervenciones convierten al hospital argentino en uno de los primeros 45 centros en el mundo en los que se realiza este tipo de cirugía.
"Esto sin el trabajo en equipo no se podría realizar -afirmó-. Este éxito es el resultado de un año de entrenamiento y de investigación en modelos animados e inanimados" en la universidad estadounidense, a la que viajaron los doctores Ferraina y Ferreres. El equipo presentará hoy, a las 9, el resultado de esta sorprendente técnica quirúrgica en una conferencia de prensa en el hospital.
Estaba previsto que ayer a la tarde se hiciera una segunda cirugía por orificios naturales. Era una extirpación del apéndice a través de la boca. Sin embargo, una complicación de último momento sufrida por el paciente, de 53 años, hizo que el equipo optara por realizar la cirugía convencional para evitar riesgos innecesarios. "Ya no podemos practicar en pacientes. Hay que llegar a ellos sobre seguro -dijo Horgan-. La nueva forma de trabajo es investigar, entrenarse y trabajar en equipo."

Sencilla y rápida

La extracción de la vesícula por la vagina, según el relato de Horgan, parece sencilla, rápida y hasta casi indolora. En realidad, el procedimiento duró dos horas, y la paciente, intervenida por cálculos en la vesícula, recibió anestesia general. A su alrededor, los cinco cirujanos pusieron manos a la obra. Con la ayuda de un endoscopio flexible -un tubo con luz y una cámara en el extremo para visualizar el interior del cuerpo- introducido por la vagina, los médicos ingresaron en el abdomen de la paciente, de 21 años, y mediante pequeñas incisiones internas llegaron a la vesícula. Mientras tanto, una aguja colocada a través del abdomen de la paciente permitió al equipo mover la vesícula para acomodarla y trabajar con mayor seguridad.
Para extirpar el órgano, el equipo introdujo un electrobisturí a través del endoscopio para disecar la pared vesical. Una vez desprendida la vesícula, el equipo utilizó una sutura sobre el tejido para poder sostener el órgano con el endoscopio y extraerlo por el mismo conducto elegido para operar.
"Nunca en mi vida profesional vi algo similar", confesó Horgan al hablar del estado de la paciente inmediatamente después de la intervención. "Le toqué la panza y no le dolía. Es la primera vez que veo que un paciente no siente dolor después de una cirugía vesical. Es todo un logro, y sin la necesidad de utilizar analgésicos."
Antes de la intervención, los médicos le realizaron a la paciente los estudios diagnósticos estándar por vía laparoscópica. "Dados los resultados de la intervención y la falta de complicaciones y de dolor, podíamos haberle dado el alta hoy [por ayer], pero decidimos esperar hasta mañana [por hoy]. Después va a poder retomar su vida normal", precisó Horgan.

Vías naturales

Una de las tantas preguntas imposibles de pasar por alto es por qué sólo ahora se recurre a orificios corporales que siempre existieron: el recto, la boca, la vagina y la uretra. "Cuando estudiaba cirugía, se hablaba de la necesidad de hacer grandes incisiones -respondió Horgan, que acaba de pasar los 40 años-. En los 90 se empezó a hablar de reducirlas y después se pasó a la robótica. Pero ahora, la tendencia es preguntarnos cómo hacemos para seguir mejorando y, evidentemente, la mejora es operar sin incisiones porque se reducen las complicaciones, como las heridas abdominales, las hernias posoperatorias, el dolor y hasta mejora el resultado cosmético."
Los próximos pacientes incluyen adultos de todas las edades. Pero ayer el esfuerzo y la preparación de un año dieron los primeros resultados. Horgan eligió debutar en su país. "Esto sin duda abre una nueva era en la cirugía -dijo varias veces-. Y decidimos hacerlo acá."
Fuente. Fabiola Czubaj

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